Formación original:
Pedro Ruy-Blas - voz y batería Jorge Pardo - flauta y saxo soprano Luis Fornés - teclados Cesar Fornés - guitarra Álvaro Yebenes - bajo |
Segunda formación:
Pedro Ruy-Blas - voz, batería y percusión Jorge Pardo - flauta y saxo soprano Álvaro Yebenes - bajo Jean-Luc Vallet - piano Tomás San Miguel - teclados Cesar Berti - percusión Álvaro “Chevere” Tarquito - percusión |
Tercera formación:
Pedro Ruy-Blas - voz, batería y percusión Jorge Pardo - flauta y saxo soprano Jesús Pardo - teclados Tony Aguilar - bajo Rubén Dantas - percusión |
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Dolores fue un grupo de capital importancia en el desarrollo de la música española en la segunda mitad de los 70, formado alrededor del vocalista y batería Pedro Ruy-Blas (nombre real Pedro Ample) que había adquirido cierta fama en las listas de éxitos con el tema melódico "A los que hirió el amor".
El grupo toca en un principio por poco dinero en clubes de Madrid, pero su calidad les hace merecer un contrato para la marca Polydor para la que graban "Luna llena" con el nombre de Pedro, y posteriormente el álbum "Dolores", con un tema, "La niña de los Montoya" con claras influencias clásico-andaluzas que se escucha en la radio como una brisa de aire fresco entre tanta rumba para camionero de la época.
Pedro es un catalizador y un animador del grupo, y todos están enamorados del primer Return to Forever de Chick Corea y de la música de Airto Moreira, por lo que en este primer disco el sonido es abierto, indiscutiblemente español, pero con aires latinos, especialmente brasileros y colores jazzísticos al modo de la Orquesta Mirasol de Barcelona.
Un punto de inflexión en la carrera del grupo se produce cuando dos gaditanos universales se cruzan en el tiempo con Dolores. El primero es Paco de Lucía, a través del disco homenaje a Manuel de Falla, donde tanto Jorge como Rubén y Álvaro proporcionan ritmo y colorido a la grabación; y seguidamente en el 78 con el gigantesco "La leyenda del tiempo" de Camarón, donde Toni Aguilar, Rubén y Jorge colaboran junto a la sección rítmica de Alameda, entre otros, para conseguir el disco mas importante del flamenco de su tiempo, profundamente innovador, con guiños al jazz y al rock, sin perder para nada la esencia flamenca y la poesía.
El grupo vuelve a las andadas con "Asa-nisi-masa", pero el resultado, sin perder calidad es desigual en ventas, y el destino une definitivamente a Jorge Pardo y a Rubén con el grupo de Paco de Lucia, al que también se une el bajista catalán Carles Benavent. Tomás San Miguel, por su parte, crea su propio grupo de música contemporánea con éxito, y Dolores se disuelve en el ano 81, dejando a Pedro proseguir su carrera en solitario como vocalista que continua hasta hoy.
En el año 2003, el Festival de Jazz Galapajazz les dedica un homenaje en el que participan los miembros originales del grupo. Dolores pasa por ser el grupo de Madrid por excelencia en un panorama regido por el advenimiento del rock andaluz y catalán de la época.
El grupo toca en un principio por poco dinero en clubes de Madrid, pero su calidad les hace merecer un contrato para la marca Polydor para la que graban "Luna llena" con el nombre de Pedro, y posteriormente el álbum "Dolores", con un tema, "La niña de los Montoya" con claras influencias clásico-andaluzas que se escucha en la radio como una brisa de aire fresco entre tanta rumba para camionero de la época.
Pedro es un catalizador y un animador del grupo, y todos están enamorados del primer Return to Forever de Chick Corea y de la música de Airto Moreira, por lo que en este primer disco el sonido es abierto, indiscutiblemente español, pero con aires latinos, especialmente brasileros y colores jazzísticos al modo de la Orquesta Mirasol de Barcelona.
Un punto de inflexión en la carrera del grupo se produce cuando dos gaditanos universales se cruzan en el tiempo con Dolores. El primero es Paco de Lucía, a través del disco homenaje a Manuel de Falla, donde tanto Jorge como Rubén y Álvaro proporcionan ritmo y colorido a la grabación; y seguidamente en el 78 con el gigantesco "La leyenda del tiempo" de Camarón, donde Toni Aguilar, Rubén y Jorge colaboran junto a la sección rítmica de Alameda, entre otros, para conseguir el disco mas importante del flamenco de su tiempo, profundamente innovador, con guiños al jazz y al rock, sin perder para nada la esencia flamenca y la poesía.
El grupo vuelve a las andadas con "Asa-nisi-masa", pero el resultado, sin perder calidad es desigual en ventas, y el destino une definitivamente a Jorge Pardo y a Rubén con el grupo de Paco de Lucia, al que también se une el bajista catalán Carles Benavent. Tomás San Miguel, por su parte, crea su propio grupo de música contemporánea con éxito, y Dolores se disuelve en el ano 81, dejando a Pedro proseguir su carrera en solitario como vocalista que continua hasta hoy.
En el año 2003, el Festival de Jazz Galapajazz les dedica un homenaje en el que participan los miembros originales del grupo. Dolores pasa por ser el grupo de Madrid por excelencia en un panorama regido por el advenimiento del rock andaluz y catalán de la época.