Click here to edit.Jorge Pardo: saxo soprano, saxo tenor y flauta
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Es poco menos que imposible resumir en pocas palabras una carrera musical que abarca más de cuatro generaciones, en un ejercicio explorador que va del rock al jazz terminando en el flamenco.
Heredero del magnifico saxofonista Pedro Iturralde, Jorge estudia música en Madrid a los 14 años, mientras escucha a Soft Machine, King Crimson, Miles Davis o Coltrane. En la calle encuentra un campo de aprendizaje más interesante y toca en clubs madrileños junto a diferentes artistas hasta que se integra en Dolores, el grupo de Pedro Ruy-Blas, con los que tocará y grabará hasta su disolución en 1981. El destino hace que se encuentre con Paco de Lucia, con el que graba un disco homenaje a Falla y, a partir de ahí, será fijo en el grupo del guitarrista. Así lo aseguraba: "Sería imposible definir lo que supone Paco en mi vida". Con Paco gira por todo el mundo durante más de tres décadas.
Poco antes, se le puede escuchar en el famoso "Volando voy" de Camarón, junto a su amigo Rubén Dantas, donde Jorge, enamorado del flamenco y de sus gentes, recorrerá el país en una época bohemia y excitante que descubre en el una curiosidad vital por aprender el lenguaje flamenco. En Barcelona telonea a Stanley Clarke y Weather Report (con una fiesta flamenca en el vestuario que atrajo la atención de unos sorprendidos Zawinul y Pastorius).
Los años 80 comienzan con su álbum de debut para la marca Nuevos Medios del llorado Mario Pacheco, donde junto a Carles Benavent expone abiertamente sus influencias de los grandes maestros del jazz como Coltrane o Joe Farrell con el saxo tenor, junto a una lírica evocadora con la flauta de claro sonido español o latino. Tras colaborar con el mallorquín Joan Bibiloni “Luna llena” (Blau) colabora con Benavent, el mejor bajista de su generación, en su también álbum de debut. Jazz-rock de primer orden con ritmos
latinos y flamencos por doquier. Mientras, edita en el sello Linterna su álbum "El canto de los guerreros", a mediados de los 80, junto a José Antonio Galicia a la batería y Pepe de Lucia en la voz, con un tema como "Por el mar" que define perfectamente la dirección de este nuevo flamenco enriquecido.
A finales de los 80 Jorge y Carlos colaboran por primera vez con uno de sus grandes ídolos, el pianista americano Chick Corea que en su álbum "Touchstone" llama a Paco de Lucia al que admira enormemente y consiguen grabar el tema "Duende" donde Corea profundiza en su llamado "corazón español".
Sin parar de grabar discos como líder o invitado, Jorge cruza la década de los 90 tributando un homenaje a su maestro y amigo Paco en el disco "10 de Paco" junto al pianista Chano Domínguez. Entretanto, un buen grupo de jóvenes flamencos han adoptado como suyo este estilo de flamenco "en abierto" de Jorge y amigos, y se producen un buen número de discos con arreglos flamenco-jazz, secciones de viento, clásicos o con influencias globales que no deja títere con cabeza en un género musical que siempre tuvo tendencia a no avanzar por el concepto de pureza y demás.
En 2001 crea la formación D’3, en la que se acompaña con Francis Pose y José Vázquez, editando varios trabajos discográficos. Y es que este nuevo siglo ha elevado a Jorge Pardo al grado de maestro con otra decena de discos con su nombre, con Tomasito o Joaquín Grilo, bailaores, percusiones en sus actuaciones, girando con Paco por el mundo y registrando "Vientos flamencos 1 y 2" -con más de 30 músicos invitados- en lo que supone el circulo todavía no completo de su actividad sonora.
Sus últimas colaboraciones incluyen al grupo norteamericano de música arábigo-andaluza 21 Strings. Y mientras tanto, esta nueva era digital de Internet y un nuevo contrato internacional a través del sello Milestone, dejan al músico madrileño en el primer plano de la actualidad. Desde el final de la dictadura hasta hoy son más de 40 años aprendiendo y tocando junto a la flor y nata de la música española en una demostración de libertad, independencia y buen gusto que hacen de Jorge Pardo un músico madrileño de categoría que nunca ha dejado de mirar al Sur.
Heredero del magnifico saxofonista Pedro Iturralde, Jorge estudia música en Madrid a los 14 años, mientras escucha a Soft Machine, King Crimson, Miles Davis o Coltrane. En la calle encuentra un campo de aprendizaje más interesante y toca en clubs madrileños junto a diferentes artistas hasta que se integra en Dolores, el grupo de Pedro Ruy-Blas, con los que tocará y grabará hasta su disolución en 1981. El destino hace que se encuentre con Paco de Lucia, con el que graba un disco homenaje a Falla y, a partir de ahí, será fijo en el grupo del guitarrista. Así lo aseguraba: "Sería imposible definir lo que supone Paco en mi vida". Con Paco gira por todo el mundo durante más de tres décadas.
Poco antes, se le puede escuchar en el famoso "Volando voy" de Camarón, junto a su amigo Rubén Dantas, donde Jorge, enamorado del flamenco y de sus gentes, recorrerá el país en una época bohemia y excitante que descubre en el una curiosidad vital por aprender el lenguaje flamenco. En Barcelona telonea a Stanley Clarke y Weather Report (con una fiesta flamenca en el vestuario que atrajo la atención de unos sorprendidos Zawinul y Pastorius).
Los años 80 comienzan con su álbum de debut para la marca Nuevos Medios del llorado Mario Pacheco, donde junto a Carles Benavent expone abiertamente sus influencias de los grandes maestros del jazz como Coltrane o Joe Farrell con el saxo tenor, junto a una lírica evocadora con la flauta de claro sonido español o latino. Tras colaborar con el mallorquín Joan Bibiloni “Luna llena” (Blau) colabora con Benavent, el mejor bajista de su generación, en su también álbum de debut. Jazz-rock de primer orden con ritmos
latinos y flamencos por doquier. Mientras, edita en el sello Linterna su álbum "El canto de los guerreros", a mediados de los 80, junto a José Antonio Galicia a la batería y Pepe de Lucia en la voz, con un tema como "Por el mar" que define perfectamente la dirección de este nuevo flamenco enriquecido.
A finales de los 80 Jorge y Carlos colaboran por primera vez con uno de sus grandes ídolos, el pianista americano Chick Corea que en su álbum "Touchstone" llama a Paco de Lucia al que admira enormemente y consiguen grabar el tema "Duende" donde Corea profundiza en su llamado "corazón español".
Sin parar de grabar discos como líder o invitado, Jorge cruza la década de los 90 tributando un homenaje a su maestro y amigo Paco en el disco "10 de Paco" junto al pianista Chano Domínguez. Entretanto, un buen grupo de jóvenes flamencos han adoptado como suyo este estilo de flamenco "en abierto" de Jorge y amigos, y se producen un buen número de discos con arreglos flamenco-jazz, secciones de viento, clásicos o con influencias globales que no deja títere con cabeza en un género musical que siempre tuvo tendencia a no avanzar por el concepto de pureza y demás.
En 2001 crea la formación D’3, en la que se acompaña con Francis Pose y José Vázquez, editando varios trabajos discográficos. Y es que este nuevo siglo ha elevado a Jorge Pardo al grado de maestro con otra decena de discos con su nombre, con Tomasito o Joaquín Grilo, bailaores, percusiones en sus actuaciones, girando con Paco por el mundo y registrando "Vientos flamencos 1 y 2" -con más de 30 músicos invitados- en lo que supone el circulo todavía no completo de su actividad sonora.
Sus últimas colaboraciones incluyen al grupo norteamericano de música arábigo-andaluza 21 Strings. Y mientras tanto, esta nueva era digital de Internet y un nuevo contrato internacional a través del sello Milestone, dejan al músico madrileño en el primer plano de la actualidad. Desde el final de la dictadura hasta hoy son más de 40 años aprendiendo y tocando junto a la flor y nata de la música española en una demostración de libertad, independencia y buen gusto que hacen de Jorge Pardo un músico madrileño de categoría que nunca ha dejado de mirar al Sur.