Formación original:
Juan Ahumada Caputto - guitarra José Manuel Portela Ghessi - teclados y voz José Antonio Ramírez Harana - bajo Tito Alcedo Gil - guitarra Tato Macias Lamas - batería |
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El fenómeno Mantra surgió en 1977 a raíz de un grupo que había formado Tato Macias con el que hacía versiones de clásicos del rock. Eran Juan Ahumada (de Sanlúcar) a la guitarra, Kiko Fernández al bajo (de Los Barrios) y Tato Macias (de Puerto Real) a la batería.
Ese trío fue el germen de Mantra, donde comenzaron a hacer las primeras melodías. Con esta formación sólo dieron un concierto, ya que, en cuestión de meses, la banda comenzó a recomponerse.
A través de Juan Ahumada se incorporó José Antonio Ramírez, buen amigo suyo de Sanlúcar y gran bajista, que vino a sustituir a Kiko, que se había despegado del proyecto.
Tato Macias, por entonces, también formaba parte del trío de rock “Sombras” y curiosamente tuvo un concierto en Puerto Real donde no pudo estar el bajista y su puesto lo ocupó Iñaki Egaña, de Imán. En ese mismo concierto estaba entre el público Tito Alcedo, guitarrista de Barbate que provenía de la Orquesta Trafalgar, quien se encontró de manera casual con Tato en Sanlúcar debido a que fueron llamados para un proyecto musical en el que se conocieron. Allí fue, en realidad, donde fue tomando forma el grupo, con Juan, José Antonio, Tito y Tato. De esa forma empezó en 1978 Mantra como cuarteto, sin teclados.
El primer concierto lo ofreció Mantra en Puerto Real en una Plaza de Toros portátil, donde compartieron cartel con Keops y Cai. Pocos meses después aparecieron en el antiguo Cine Alameda de San Fernando junto a Azahar en un concierto que fue incluso accidentado por la entrada de los antidisturbios de la Policía Nacional, los grises de entonces. Al final de ese concierto se acercó
a ellos José Manuel Portela (de Cádiz), quien se ofreció como teclista. Portela venía del grupo Sur, junto a Antonio Reguera, ex-Simun. Era justo lo que Mantra necesitaba, por lo que, a partir de ahí, quedó formado el quinteto definitivo.
El grupo comenzó a ensayar en un local de Puerto Real, pero a principios de 1979 se desplazó a Sanlúcar a una casa de campo de la tía de José Antonio. Allí vivían todos, componían y ensayaban muchísimo. Fue una vida musical en familia con unos resultados increíbles. Durante esa etapa se fraguó buena parte del repertorio de la banda.
Mantra realizó entonces muchas actuacione en directo por toda la zona de Cádiz. Eran músicos muy inquietos y querían hacer algo muy profesional. Es por ello que se animaron a grabar una maqueta. Entraron en contando con Cai, que disponía de un chalet llamado “El Mosquito” en el Pinar de los Franceses, en Chiclana. Cai les ofreció su local y su equipo. De ahí salió la grabación que posteriormente llevan a Madrid. Esa grabación se hizo en un magnetofón de 4 pistas que se pasó a cassette y de la que desafortunadamente desapareció el carrete original.
Viajaron a Madrid los cinco músicos en un Seat 850 de la época, con matricula SA-9997 que era de José Antonio. Allí visitaron sellos discográficos como Philips o Emi y productores como Javier García Pelayo o Mariscal Romero, quien los entrevistó en Radio Madrid pinchando algunos temas. Aún así, de la capital se volvieron capital sin ningún resultado. Eso provocó su desmotivación, por lo que el grupo queda prácticamente parado.
En 1980, una vez disuelto el grupo, Tato macias y Tito Alcedo siguieron trabajando juntos, formando un trío con el excelente bajista gaditano Alfonso Gamaza “el moderno” y con varias formaciones junto a otros músicos. A partir de ahí, cada uno tomó su rumbo.
Tras Mantra, Tito ha tenido una brillante carrera musical en solitario, Tato ha trabajado con grandes artistas y grupos como Lole y Manuel, Kiko Veneno o Navajita Plateá, Raimundo Amador y muchos más, José Antonio ha vuelto a reaparecer recientemente con el proyecto Eclipsed (tributo a Pink Floyd), y tanto Juan como José Manuel dejaron la escena musical.
La historia de este grupo va marcada por la mala suerte a pesar de su gran calidad tanto en las composiciones como en su puesta en directo. Su experiencia duró poco, pero fue muy intensa. Su música es una impecable mezcla de rock andaluz con sonidos árabes e incluso hindúes. Todo un revulsivo musical.
Ese trío fue el germen de Mantra, donde comenzaron a hacer las primeras melodías. Con esta formación sólo dieron un concierto, ya que, en cuestión de meses, la banda comenzó a recomponerse.
A través de Juan Ahumada se incorporó José Antonio Ramírez, buen amigo suyo de Sanlúcar y gran bajista, que vino a sustituir a Kiko, que se había despegado del proyecto.
Tato Macias, por entonces, también formaba parte del trío de rock “Sombras” y curiosamente tuvo un concierto en Puerto Real donde no pudo estar el bajista y su puesto lo ocupó Iñaki Egaña, de Imán. En ese mismo concierto estaba entre el público Tito Alcedo, guitarrista de Barbate que provenía de la Orquesta Trafalgar, quien se encontró de manera casual con Tato en Sanlúcar debido a que fueron llamados para un proyecto musical en el que se conocieron. Allí fue, en realidad, donde fue tomando forma el grupo, con Juan, José Antonio, Tito y Tato. De esa forma empezó en 1978 Mantra como cuarteto, sin teclados.
El primer concierto lo ofreció Mantra en Puerto Real en una Plaza de Toros portátil, donde compartieron cartel con Keops y Cai. Pocos meses después aparecieron en el antiguo Cine Alameda de San Fernando junto a Azahar en un concierto que fue incluso accidentado por la entrada de los antidisturbios de la Policía Nacional, los grises de entonces. Al final de ese concierto se acercó
a ellos José Manuel Portela (de Cádiz), quien se ofreció como teclista. Portela venía del grupo Sur, junto a Antonio Reguera, ex-Simun. Era justo lo que Mantra necesitaba, por lo que, a partir de ahí, quedó formado el quinteto definitivo.
El grupo comenzó a ensayar en un local de Puerto Real, pero a principios de 1979 se desplazó a Sanlúcar a una casa de campo de la tía de José Antonio. Allí vivían todos, componían y ensayaban muchísimo. Fue una vida musical en familia con unos resultados increíbles. Durante esa etapa se fraguó buena parte del repertorio de la banda.
Mantra realizó entonces muchas actuacione en directo por toda la zona de Cádiz. Eran músicos muy inquietos y querían hacer algo muy profesional. Es por ello que se animaron a grabar una maqueta. Entraron en contando con Cai, que disponía de un chalet llamado “El Mosquito” en el Pinar de los Franceses, en Chiclana. Cai les ofreció su local y su equipo. De ahí salió la grabación que posteriormente llevan a Madrid. Esa grabación se hizo en un magnetofón de 4 pistas que se pasó a cassette y de la que desafortunadamente desapareció el carrete original.
Viajaron a Madrid los cinco músicos en un Seat 850 de la época, con matricula SA-9997 que era de José Antonio. Allí visitaron sellos discográficos como Philips o Emi y productores como Javier García Pelayo o Mariscal Romero, quien los entrevistó en Radio Madrid pinchando algunos temas. Aún así, de la capital se volvieron capital sin ningún resultado. Eso provocó su desmotivación, por lo que el grupo queda prácticamente parado.
En 1980, una vez disuelto el grupo, Tato macias y Tito Alcedo siguieron trabajando juntos, formando un trío con el excelente bajista gaditano Alfonso Gamaza “el moderno” y con varias formaciones junto a otros músicos. A partir de ahí, cada uno tomó su rumbo.
Tras Mantra, Tito ha tenido una brillante carrera musical en solitario, Tato ha trabajado con grandes artistas y grupos como Lole y Manuel, Kiko Veneno o Navajita Plateá, Raimundo Amador y muchos más, José Antonio ha vuelto a reaparecer recientemente con el proyecto Eclipsed (tributo a Pink Floyd), y tanto Juan como José Manuel dejaron la escena musical.
La historia de este grupo va marcada por la mala suerte a pesar de su gran calidad tanto en las composiciones como en su puesta en directo. Su experiencia duró poco, pero fue muy intensa. Su música es una impecable mezcla de rock andaluz con sonidos árabes e incluso hindúes. Todo un revulsivo musical.